A pesar de la mala fama que tuvo José I como rey de España y sobre sus proyectos urbanísticos en Madrid que le mereció el sobrenombre de "rey plazuelas", este rey "intruso" tiene sus abogados defensores. En su obra El futuro Madrid, Ángel Fernández de los Ríos escribe:
"El primer plan serio de reformas trazado á Madrid, las primeras medidas tomadas para que fuera digna capital de España se deben á José I. Lo que a la dinastía austriaca no se le había ocurrido; lo que á la de Borbón no se le pasó por las mientes, á pesar de que su fundador vino de la espléndida corte de Francia á la miserable Madrid, saltó a la vista de José Napoleón tan pronto entró en sus muros y le movió á emprender, no obstante su precaria situación, la penuria y las peripecias de una terrible guerra, la reforma que este pueblo estaba reclamando. Y no sólo que reconociera la necesidad de que la capital de España cambiase el aspecto que ofrecía por efecto del egoismo y de la inercia de los reyes de la casa de Austria y de Borbón; en el plan que concibió hay que admirar el perfecto conocimiento de los males que sobre la población pesaban y de los remedios que estaba reclamando."
Concepción Lopezosa Aparicio (Sobre los planes de intervención de José I en Madrid) escribe también:
"No deja de ser encomiable, como apunta de los Ríos, que el rey José, a pesar de las dificultades políticas, económicas y, fundamentalmente, la situación de inestabilidad que, a todos los niveles y desde el primer momento, condicionó su breve reinado, incorporase entre sus prioridades gubernamentales la reforma de la ciudad. Apenas seis años, con intermitentes idas y venidas a la Corte, sirvieron para promover un plan de intervención para Madrid, que si bien solo en parte logró materializarse, fue de tal solidez que condicionó, sin embargo, los planes de conformación futura, del mismo modo que el propio período comprendido entre 1808-1814 condicionó el devenir de la historia de España.
Los planes josefinos ideados para la Corte ni han sido reconocidos ni valorados de forma unánime, si bien, lejos de la indiferencia, han generado posturas opuestas y encontradas entre quienes han abordado el tema."
La villa de Madrid estaba llena de templos e iglesias de la época de los Austrias y de los Borbones. José I mandó derribar a muchos de ellos: Santiago (inmediatamente reconstruida en estilo neoclásico por el arquitecto Juan Antonio Cuervo), San Juan, San Miguel, San Martín, los Mostenses, Santa Ana, Santa Catalina, Santa Clara, la Pasión, San Gil, San Martín, San Miguel, San Ildefonso, así como algunas manzanas. Este derribo liberó la plaza de Oriente, de la Armería y muchas otras plazas, dejando espacios luminosos donde antes había calles estrechas, oscuras y tortuosas. Cuando se trató de derruir los Mostenses, los arquitectos no aprobaban el proyecto. El arquitecto municipal de la zona, Juan Antonio Cuervo, se negó por dos razones. En primer lugar, porque aquella fachada era obra señalada de Ventura Rodríguez que había sido su maestro y, en segundo lugar, porque Cuervo consideraba que la fachada era una obra arquitectónica de gran dignidad. Después de que otros arquitectos, como Silvestre Pérez, se unieron a él para evitar el derribo, se envió una nueva orden real y un arquitecto fue encargado del trabajo de demolición. Silvestre Pérez, aunque se había negado a derribar la iglesia de los Mostenses (San Norberto), apoyaba muchos proyectos de reformas de José I e hizo trabajos esculturales importantes en Madrid: fuentes, cuadrigas, arco triunfal para la vuelta de José después de la campaña de Andalucía (fuente: Pedro Navascués Palacio Arquitectura y urbanismo)
Concepción Lopezosa Aparicio (Sobre los planes de intervención de José I en Madrid) escribe también:
"No deja de ser encomiable, como apunta de los Ríos, que el rey José, a pesar de las dificultades políticas, económicas y, fundamentalmente, la situación de inestabilidad que, a todos los niveles y desde el primer momento, condicionó su breve reinado, incorporase entre sus prioridades gubernamentales la reforma de la ciudad. Apenas seis años, con intermitentes idas y venidas a la Corte, sirvieron para promover un plan de intervención para Madrid, que si bien solo en parte logró materializarse, fue de tal solidez que condicionó, sin embargo, los planes de conformación futura, del mismo modo que el propio período comprendido entre 1808-1814 condicionó el devenir de la historia de España.
Los planes josefinos ideados para la Corte ni han sido reconocidos ni valorados de forma unánime, si bien, lejos de la indiferencia, han generado posturas opuestas y encontradas entre quienes han abordado el tema."
La villa de Madrid estaba llena de templos e iglesias de la época de los Austrias y de los Borbones. José I mandó derribar a muchos de ellos: Santiago (inmediatamente reconstruida en estilo neoclásico por el arquitecto Juan Antonio Cuervo), San Juan, San Miguel, San Martín, los Mostenses, Santa Ana, Santa Catalina, Santa Clara, la Pasión, San Gil, San Martín, San Miguel, San Ildefonso, así como algunas manzanas. Este derribo liberó la plaza de Oriente, de la Armería y muchas otras plazas, dejando espacios luminosos donde antes había calles estrechas, oscuras y tortuosas. Cuando se trató de derruir los Mostenses, los arquitectos no aprobaban el proyecto. El arquitecto municipal de la zona, Juan Antonio Cuervo, se negó por dos razones. En primer lugar, porque aquella fachada era obra señalada de Ventura Rodríguez que había sido su maestro y, en segundo lugar, porque Cuervo consideraba que la fachada era una obra arquitectónica de gran dignidad. Después de que otros arquitectos, como Silvestre Pérez, se unieron a él para evitar el derribo, se envió una nueva orden real y un arquitecto fue encargado del trabajo de demolición. Silvestre Pérez, aunque se había negado a derribar la iglesia de los Mostenses (San Norberto), apoyaba muchos proyectos de reformas de José I e hizo trabajos esculturales importantes en Madrid: fuentes, cuadrigas, arco triunfal para la vuelta de José después de la campaña de Andalucía (fuente: Pedro Navascués Palacio Arquitectura y urbanismo)
Iglesia de los Mostenses o San Norberto, desaparecida
Reconstrucción de la iglesia de Santiago (Juan Antonio Cuervo 1811)
La iglesia de Santiago, después de ser derruida, fue inmediatamente reconstruida según patrones neoclásicos en 1811, cuando José I todavía reinaba en España.
La iglesia de Santiago y San Juan Bautista, Plaza de Santiago
Foto de Zarateman para Wikimedia Commons
Relieve de la fachada principal de la iglesia de Santiago
La batalla de Clavijo
Foto Flizzz para Wikimedia Commons
Relieve de la fachada principal de la iglesia de Santiago
La batalla de Clavijo
Foto Flizzz para Wikimedia Commons
Desgraciadamente, José Bonaparte no tuvo el tiempo necesario para llevar a cabo sus proyectos. Liberó los espacios necesarios a una ciudad luminosa que se urbanizará en el futuro. Hoy nos acordamos de él cuando estamos sentados en la Plaza de Oriente y disfrutamos de la vista magnífica del Palacio Real. Esta plaza fue realizada por Isidro González Velázquez, arquitecto mayor del rey Fernando VII.
Plaza de Oriente
Fuentes: El futuro Madrid de Ángel Fernández de los Ríos, Sobre los planes de intervención de José I en Madrid de Concepción Lopezosa Aparicio, Guía de arquitectura (1800-1919) de Ramón Guerra de la Vega, Arquitectura y urbanismo de Pedro Navascués Palacio.
(Continuará)
Anne Barcat